El alcoholismo es una enfermedad crónica caracterizada por la dependencia del alcohol y el consumo incontrolado de esta sustancia. Afecta tanto a la salud física como a la mental y puede causar graves problemas sociales, familiares y laborales.
Antes de pasar al tríptico del Alcoholismo, repasemos sus características.
Características del Alcoholismo
El consumo excesivo de alcohol altera el funcionamiento del cerebro, generando cambios en la química cerebral que refuerzan la necesidad de seguir bebiendo. Esto lleva a la tolerancia, donde la persona necesita cada vez más alcohol para sentir sus efectos, y a la abstinencia, que provoca síntomas físicos y emocionales al dejar de consumir.
Los signos del alcoholismo incluyen la incapacidad para limitar la ingesta, la obsesión por el alcohol, el descuido de responsabilidades y la persistencia en el consumo a pesar de las consecuencias negativas. También puede haber cambios de comportamiento, aislamiento social y deterioro en la salud.
A largo plazo, puede causar enfermedades hepáticas, cardiovasculares, neurológicas y aumentar el riesgo de trastornos psiquiátricos como la depresión y la ansiedad. También se asocia con accidentes de tránsito, violencia y problemas legales.
El tratamiento incluye terapia psicológica, grupos de apoyo como Alcohólicos Anónimos y, en algunos casos, medicamentos para reducir el deseo de beber. La recuperación requiere compromiso y apoyo familiar, ya que es un proceso largo y complejo.
El alcoholismo no discrimina edad, género ni condición social. Es fundamental fomentar la prevención a través de la educación y la concienciación sobre los riesgos del consumo excesivo de alcohol.