La infancia representa una etapa esencial en la vida de una persona. Comprende el periodo desde el nacimiento hasta la adolescencia temprana, y se caracteriza por un desarrollo físico, emocional, social y cognitivo acelerado.
Antes de pasar al tríptico de la Infancia, repasemos sus características.
Características de la Infancia
Durante estos años, se sientan las bases de la personalidad. El entorno familiar, los vínculos afectivos y las primeras experiencias moldean la manera en que los niños interpretan el mundo y se relacionan con los demás.
Es una etapa de descubrimiento constante. La curiosidad guía sus acciones, y el juego se convierte en una herramienta clave para aprender, expresar emociones y desarrollar habilidades sociales.
La infancia también es un tiempo de vulnerabilidad. Los niños dependen de los adultos para satisfacer sus necesidades básicas, pero también para recibir afecto, protección y orientación. Por eso, el cuidado y la atención que se brinden en esta etapa tienen efectos duraderos en su bienestar futuro.
Además, la infancia no es igual para todos. Factores como el contexto social, económico y cultural influyen profundamente en las oportunidades de cada niño para desarrollarse plenamente. Por eso, garantizar sus derechos a la educación, a la salud, al juego, a ser escuchados, es una responsabilidad colectiva.
Recordar la infancia es, para muchos, evocar momentos de inocencia, alegría y asombro. Es una etapa que deja huellas profundas, y que idealmente debería estar marcada por la seguridad, el amor y la posibilidad de soñar.