El Plato del Buen Comer es una guía alimentaria mexicana diseñada para promover una nutrición adecuada y equilibrada. Su objetivo principal es ayudar a las personas a elegir y combinar los alimentos de forma saludable, con base en sus necesidades diarias.
Antes de pasar al tríptico del Plato del Buen Comer, repasemos sus características.
Características del Plato del Buen Comer
Se organiza en tres categorías fundamentales: frutas y verduras, cereales, y leguminosas junto con productos de origen animal. Cada una de estas partes contribuye con nutrientes indispensables para que el organismo funcione adecuadamente. La clave para una alimentación equilibrada y diversa está en integrar estos grupos en cada comida.
Las verduras y frutas deben ocupar la mayor parte del plato. Son ricas en vitaminas, minerales y fibra, y ayudan a prevenir enfermedades. Se recomienda consumirlas en diferentes colores y formas: crudas, cocidas, en jugo o enteras.
Los cereales, como el arroz, maíz, avena o pan, son fuente importante de energía. Se sugiere elegir versiones integrales, ya que conservan más nutrientes y fibra que los refinados. Aunque esenciales, deben consumirse con moderación.
El grupo de leguminosas y alimentos de origen animal proporciona proteínas, hierro y otros minerales. Incluye frijoles, lentejas, carnes magras, pescado, huevo y lácteos. Es recomendable combinar leguminosas con cereales para formar proteínas de buena calidad.
Además de equilibrar estos grupos, el Plato del Buen Comer promueve hábitos saludables como beber suficiente agua, moderar el consumo de grasas, azúcares y sal, y realizar actividad física diaria.
Esta herramienta es parte de la Norma Oficial Mexicana NOM-043-SSA2-2012 y se utiliza en escuelas, centros de salud y campañas nutricionales. No solo educa sobre qué comer, sino también sobre cómo lograr una dieta accesible, variada y suficiente, adaptada a la cultura y economía de cada persona.