El sistema solar es un sistema gravitacionalmente unido que se compone de una estrella central, el Sol, y los cuerpos celestes que orbitan a su alrededor. Los principales miembros son los planetas, lunas, asteroides, cometas y otros objetos celestes. Hace alrededor de 4.6 mil millones de años, el sistema solar surgió a partir de una masa gaseosa y polvorienta en el espacio.
Antes de pasar al tríptico del Sistema Solar, repasemos sus características.
Características del Sistema Solar
En el centro del sistema solar, el Sol, una estrella de tipo espectral G, emite luz y energía que mantiene a los planetas en órbita a su alrededor. Los planetas se dividen en dos grupos: los internos, rocosos y densos, como Mercurio, Venus, la Tierra y Marte; y los externos, gigantes gaseosos, como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Las lunas, o satélites naturales, orbitan alrededor de los planetas y varían en tamaño y composición. La Luna es el satélite natural de la Tierra y desempeña un papel fundamental en la estabilidad de nuestro planeta.
El cinturón de asteroides, situado entre Marte y Júpiter, alberga numerosos asteroides, que son fragmentos rocosos remanentes de la formación del sistema solar. Cometas, formados más allá de Neptuno en la región de Kuiper y la nube de Oort, son cuerpos helados que pueden viajar hacia el interior del sistema solar, creando espectaculares colas de gas y polvo a medida que se acercan al Sol.
El sistema solar está en constante movimiento. Los planetas giran alrededor del Sol en órbitas elípticas, y todo el sistema viaja a través de la galaxia a una velocidad considerable. Este sistema dinámico y complejo continúa fascinando a científicos y entusiastas del espacio, proporcionando una ventana a la maravilla y complejidad del universo.