El agua es una sustancia vital para la vida en la Tierra, fundamental para la supervivencia de todos los organismos. Se trata de una molécula formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, identificada como H2O. Esta combinación única confiere al agua propiedades excepcionales que la distinguen de otras sustancias.
Antes de pasar al tríptico del Agua, repasemos sus características.
Características del Agua
En estado líquido, el agua es incolora, inodora e insípida, lo que la hace esencial para diversas funciones biológicas. La capacidad de disolver una amplia gama de sustancias confiere al agua la característica de ser un solvente universal, facilitando procesos químicos vitales en los organismos vivos.
La temperatura juega un papel crucial en la existencia del agua en sus tres estados: sólido, líquido y gaseoso. A 0°C, el agua se transforma en hielo, mientras que a 100°C hierve y se convierte en vapor. Esta versatilidad es fundamental para mantener un equilibrio climático en la Tierra.
El ciclo del agua, también conocido como ciclo hidrológico, describe la constante circulación del agua entre la atmósfera, los océanos, la tierra y los organismos vivos. La evaporación, condensación, precipitación, infiltración y escorrentía son procesos clave que mantienen este ciclo en constante movimiento.
Además de ser esencial para la vida, el agua desempeña un papel crucial en la modelación del paisaje terrestre a lo largo del tiempo. La erosión, transportando sedimentos, esculpe montañas, forma valles y contribuye a la creación de características geológicas únicas.
La escasez de agua es un desafío global, afectando a comunidades en todo el mundo. La gestión sostenible de este recurso se vuelve cada vez más imperativa para garantizar el acceso a agua potable y la preservación de ecosistemas acuáticos.
